ROMANCE DE LA LOBA PARDA


ROMANCE DE LA LOBA PARDA.

 
Estando en la mía choza 
 
 
pintando la mía cayada .

 
vi venir cuatro lobitas 

 
derechitas a mi manada,

  Y venían echando suertes,
 
  a ver a quien le tocaba 

   Le toco a la más grande
 ,
  le tocó a la loba parda,

  que tenía grandes las orejas 
 
  y los dientes le brillaban, 
 
  y se fue “pa” las ovejas 
 
  por el hondo la cañada.

 
Le dije: Loba maldita

    ¿dónde vas, loba malvada? 
 
-Voy por la mejor cordera 

que tengas en tu manada.

Le dije: ¡Detente, loba!

No seas desvergonzada
,
que tengo siete cachorros
 
y una perra guardiana.

No temo yo a tus cachorros,
 
ni a tu perra guardiana,
 
que tengo unos dientes
 
como puntas de navaja.

Dio dos vueltas a la red 
 
y no pudo sacar nada, 
 
ya la tercera que dio 

sacó una cordera blanca, 
 
hija de la oveja negra,
  
nieta de la oveja parda,
  
la tenían los pastores 
 
pa” la mañana de Pascua.

¡Arriba, siete cachorros,
  
arriba, perra guardiana, 
 
sí le quitáis la cordera 
 
tendréis la cena doblada, 
 
mas si no se la quitáis 

cenaréis de mi cachaba! 

Siete leguas la corrieron 
 
por una vega muy llana; 
 
y otras siete la anduvieron 
 
por una espesa montaña, 
 
y
al pasar un barranquillo

le echó mano la guardiana.

-Toma, perra, tu cordera 
 
sana y buena como estaba.

-No quiero yo la cordera, 
 
de tu boca baboseada 
 
que quiero yo tu pelleja
  
pa'l pastor una zamarra, 
 
De tus patas unas medias
, 
de tus manos unas mangas, 
 
de tus uñas tenedores

pa' comer las migas canas
.
De tus huesos un farol, 
 
para alumbrar la cabaña,
 
de tus tripas unas cuerdas,
 
para tocar la guitarra.
 
De tu cabeza un morral 
 
para meter las cucharas,
  
y
de tu "jopo" un abanico 
 
para darse aire las damas.

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